Nada mejor que una pequeña tanda de 35 años de meriendas, cenas, comidas y muchos cafés, para sentarme en el sofá y pensar, ¿qué cojo*** estábamos pensando?
Si mi yo más jovenzuelo se sentara a tomar un café conmigo y cualquiera de mis amigas, sufriría taquicardias pensando en que toda su vida amorosa (o erótico festiva) corre peligro, cuando precisamente, es todo lo contrario.
Pongamos fin a esta locura.
Queremos a alguien que nos conozca como si nos hubiera parido, que sea capaz de saber exactamente qué necesitamos, pero a quien no le permitimos conocernos. Y a no ser que salgáis con un mentalista, esto no funciona así.
Si quieres escribir un mensaje, lo escribes, ¿todavía estamos así? Somos personas, todos (a excepción de rumores marcianos sobre Michael Jackson o Camilo Sesto) Lo peor que puede pasar es que no te conteste o que se de cuenta que te interesa, que casualmente, te interesa, ¿entonces?, ¿cuál es el problema? Stop a las largas esperas deseando que el sujeto número XA-1 Millón, mande o no un whatsapp, por muy divertido que sea sentarse en corro, diciendo su nombre para invocar su llamada...
Hablamos poco, tenemos como un exceso de mieditis, acompañado con un mucho de gilipollez aguda. No se trata de ser fuertes, de demostrar algo, ni de que uno sea más que el otro, se trata de expresar lo que se siente, que no pasa nada y además es gratis, de perseguir lo que uno quiere y de aceptar que si no sale bien, solo tienes que sonreír, abrir la puerta, girarte y marcharte haciendo el Moonwalker. No terminará en boda, pero tendrás anécdota para toda la vida.
Nos da miedo mostrar demasiado cómo somos, a alguien con quien se supone que estamos buscando compartir algo más.
Si no le gustas, hasta luego. También podría pasar al revés. Esto no es un huevo Kinder, a veces aunque las mitades encajan perfectamente, cuando se acaba el chocolate de fuera, la sorpresa interior es una decepción.
A veces es el que tenemos enfrente el que es capaz de abrir la boca o expresar cualquier tipo de sentimiento. Si has elegido alguien así, ánimo con ello. Hombres con armadura, dolidos sentimentales y heridos en su fuero interno, incapaces de hacer un ejercicio de superación, os dejo bien envueltitos en un banco de la iglesia, por si alguien con una paciencia divina se anima a desenvolverlo y trabajarse un buen milagro, espero que ninguna de mis amigas sea quién os recoja.
Claro que hay momentos de incertidumbre, de espera, de ajuste, de no saber exactamente qué pasa. Si te cuesta decidir qué ponerte por las mañanas, cómo no te van a dar la vuelta las ideas con otras cosas. Existen los despacito más allá de una canción veraniega y las cagadas como la copa de un pino. Solo vas a vivir una vez, pero somos muchos en el planeta, tienes un ligero margen de error si no funciona.
Plantémosnos, dejemos atrás la intensidad, abandonemos Melrose Place.
Se trata de divertirse, de mostrarnos como somos, de tomarse todo un poco menos en serio...
De rodearte de gente que te anime a ser como eres y quererte sola o acompañada.
Para mí un café, con leche y sin drama, por favor.
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