No hay jardín sin flores,
ni probador sin silla,
no hay amor sin suspirito,
ni alegría sin sandía.
Y así estaba yo en casa, demostrando mi amor por esa bolita de fresquito placer, siguiendo el único hashtag capaz de unir todas mis pasiones, la sandía, los vestiditos, el punto naif y el equilibrio entre la creatividad y el estar como una puta cabra, unido en #watermelondress
Fue entonces, cuando buscando un gif divertido con el que contarlo en twitter, me encontré con el mejor documento gráfico y sonoro de mi vida. Una canción que no entiendo porqué no conocía y que a partir de ahora me acompañará en mi iPod, mi boda, mi funeral... Una oda a la sandía con una letra capaz de enamorar al más sieso de los humanos.
Sandía, sandía, sandía, digo bom, bom, bom, es tiempo de sandía.... Decidme que no es para derretirse.
Amo esos paisajes,
amo ese traje,
amo esa coreografía.
Te amo, oh, sandía,
eres tú, mi alegría.
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