Bien sabemos que la Navidad no termina hasta que se come el último polvorón, cosa que podría suceder mañana o con el atisbo del primer bikini.
Si queréis hacer algo rico con lo que acabar con los polvorones que han sobrado, o queréis un postre rico para estas fiestas... Ouh yeah, aquí mi receta de la tarta de polvorones. La he creado a mi gusto, probadla y si queréis variar dulzor o espesor, cambiad las cantidades.
No os dejéis asustar por su nombre, a pesar de ser una tarta de polvorones, el resultado es suave y no es excesivamente dulce.
Al lío, necesitáis:
- 12 polvorones.
- 1 cuchara grande de azúcar
- Bizcochos de huevo (para la base)
- Leche Ideal (evaporada) 500 ml
- Tres hojas de gelatina neutra.
- Almendras garrapiñadas (para decorar)
Cacharrerío:
Un cacharro grande para montar la leche y la mezcla.
Un molde donde servirlo.
Un cazo para calentar el agua.
Una bandejita para la gelatina.
Mortero.
Pasito a pasito:
- Un rato antes de empezar con la preparación, la leche Ideal a la nevera, hay que trabajar con ella bien fría.
- Las hojas de gelatina en una bandeja con agua y a la nevera también para hidratarlas.
- Una vez pre-preparado, sacamos la leche ideal de la nevera (500ml) y la echamos en un cuenco para montarla, teniendo en cuenta que aumentará su tamaño. Yo la monto con tenedor o con varilla, a manita de toda la vida.
- Reservamos la leche montada.
- Ponemos 300 ml de agua a calentar y mientras tanto vamos abriendo nuestros doce polvorones.
- Añadimos una cucharada sopera de azúcar al agua.
- Quitamos el agua del fuego y cuando esté tibia añadimos las hojas de gelatina y los polvorones. Mezclamos con alegría.
- Mientras se enfría un poquito, cubrimos la base del molde con los bizcochos de huevo, son estos que son como deditos y que tienen una cara azucarada. Yo los he añadido desmigados, podéis añadirlos enteros si queréis, o cambiarlos por galletas si no os gustan. Los uso porque me parece que no se comen el sabor de las tartas, como pasa a veces con las galletas, porque absorben muy bien la humedad y porque tienen algo de azúcar para equilibrar los postres, pero va en gustos.
- Meclamos la masita de polvorón con la leche Ideal y cuando esté bien integrado todo lo ponemos en el molde.
- A la nevera a enfriar (tapado con un papel film y con un limón abierto en la nevera para que no coja ningún olor que no sea el suyo)
- Entre tanto, ponemos las almendras garrapiñadas en un mortero y machacamos como si no hubiera un mañana. Podéis sustituirlo por algún ingrediente más barato si la almendra os sube el precio, se me ocurre un poquito de canela mezclada con azúcar glass, aunque en mi versión original la garrapiñada, bien, bien machacada, le da un sabor de amor verdadero.
- Cuando la tarta esté fría, unas horas después, usaremos la almendra para decorar.
- Servir, disfrutad y queredme un poquito.
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