Queda muy poco para que las galerías Velvet echen el cierre (para sofocón de mi hermana y el mío), así que hace unos días me acerqué al mercadillo solidario que se realizó en Madrid, con algunos objetos de la serie y a beneficio de la AECC (Asociación española contra el cáncer).
Me hubiera llevado todo lo que quedaba, sin pestañear, póngamelo todo y acompáñame a ese taxi, pero tuve que hacer un ejercicio de contención y ahorro, así que me porté casi bien y solo me compré la ficha de trabajo de Don Emilio (José Sacristán) y las normas de las galerías, donde además de trabajar, también duermen los empleados de la marca. Puede que se me cayera algún regalito en la bolsa, Papá Noél dirá...
Para los que somos fans de la serie, las normas nos recuerdan todas las veces que no las han cumplido, entre ellas Clara entrando y saliendo para citarse con Mateo, Ana escaqueándose para subir a la azotea, Patricia en modo vagabunda durmiendo en las habitaciones, un amante de De la Riva durmiendo entre estanterías, Doña Blanca dando rienda a sus pasiones revitalizantes y así un etc de aquí a lima.
A mí me costará despedirme de la serie porque tiene un poquito de todo para hacer una serie bonita, el vestuario, la época, el amorcete en distintas versiones, los líos y enredos, las risas de las situaciones surrealistas...
Ojalá un mercadillo de cada serie que adoramos ¡y ojalá una serie que nos llene este hueco!
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