Es automático, apagas la luz y les salen monstruos de debajo de la cama y las sombras se las ingenian para tomar forma humana.
Todos sabemos que nada puede pasarte al taparte con la colcha protectora, pero las luces "quitamiedos" también dan su cariñito a la noche.
¿Que no tienes niños? Pues unos tarritos de cocina iluminados para tu terraza o tu balcón, que queda muy mono.
Si quieres hacer una, es tan simple como comprar:
Pintura fosforescente (la que brilla tras exponerla a la luz)
Tela (yo he utilizado encaje que queda más bonito)
Un pincel.
Un bote de plástico / cristal.
Pegamento / silicona o algo con lo que sellar el bote para que no lo abran, si es para niños.
La pintura la venden en algunas papelerías especializadas, o tiendas de arte, yo la he encontrado en artesanía Chopo (Madrid), aunque también puedes encontrarla en Leroy Merlín.
Para montarlo no hay manualidad más fácil:
Compra la pintura, pinta la tela, déjala secar una hora, métela en el bote y ciérralo. ¡Listo!
Aviso: La pintura no es de uso infantil, es tóxica.
Publicar un comentario