Eurovisión no sería nada si los participantes no nos deleitaran con modelitos salidos de... yo que sé.
Cuando tienes un eventazo pero no te ha dado tiempo a afeitarte.
Cuando tiras de fondo de armario porque no te convencía nada y solo te vale el traje regional.
Cuando tus amigas y tú decidís ir a una boda con el mismo traje en distintos colores.
Cuando pones en la misma estantería tu muñeca de porcelana y los recuerdos del Fantasma de la Ópera.
Cuando asumes que tus amigos son un circo.
Cuando piensas que vives en el Capitol.
Cuando le pides a una amiga que te haga un tocado discreto y no tienes narices a decirle que se ha pasado.
Cuando vas a comer con tus padres y no te ha dado tiempo a quitarte el maquillaje y la ropa de fiesta.
Cuando tú te vistes de gala pero no encuentras traje para Hodor.
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