Me imagino al alcalde en plenos años 80 intentando que la gente se vistieran de forma recatada.
No os escandalicéis, que todos hemos girado la cabeza con algún short y hemos pensado: hija mía, poco más y vas en bragas. Con su equivalente masculino y esas camisetas de agujero sobaquero infinito que, por cierto, son horrendas.
Madrileños :
Es viejo decir poético, con varia fortuna repetido, que con la llegada de la primavera, la naturaleza se viste con sus mejores galas, encubriendo la magra y seca desnudez del invierno con brillantes y copiosos adornos. Pero la humana especie que a veces contraría y repele lo que natura hace, lejos de cubrir descubre y lo que tapado había destapa, en obsequio del más alegre descuidado y gozoso vivir al que el bonancible tiempo invita.
La Naturaleza se viste de gala y vosotros venga ahí a despelotaros.
Nada tendrá el Alcalde que advertir, respecto de lo dicho, si entre los que tal hacen no hubiere algunos y también algunas que caen en desquiciada y peligrosa confusión, pues hacen de esta Villa lo que esta Villa no es, tomando los ábregos vientos que de la Mancha vienen o los cálidos aires que del africano Sur nos llegan por suaves y marinas brisas y el recio sol de Castilla, que más quebranta que alivia, por el suave y reparador que en los altos montes luce.
Os pensáis que estáis en la playa o en el monte y además moriréis chamuscados.
De tan quimérica visión de la verdad nacen extrañas y peligrosas costumbres, pues desprovistos los hombres de jubón y calzas, pavonéanse en lienzos o lenzuelos, en extremo contentos de sí, aunque hayan las carnes flacas, desdichadas las proporciones y mal encajados los huesos, como si lo hubieran sido por un torpe algebrista.
No solo vais casi en pelotas, si no que además no habéis tenido la decencia ni de pasar por el gimnasio previamente.
Algo semejante, aunque no igual, ocurre con buena copia de nuestras feminiles visitantes que por esta ciudad vagan y peregrinan y con numerosas vecinas que arrastradas por la antigua y legítima inclinación al discreteo, mas la quimérica confusión que ya dijimos, dan en despojarse, como con particular y escrupulosa atención ha observado el Alcalde de esta Villa, de corpiños, basquiñas, briales y otras prendas, que por respeto no se nombran, faltando poco, en algunos casos, para que tanto mozas como menos mozas en carnes queden.
Lo mismo para nosotras, toda la carnaza ahí bien en el asador.
Ocasiónanse de este modo graves y superfluos daños, pues quienes desde el pescante los coches guían, alejan la atención de su principal menester, arrastrados por el invencible deseo de mirar, con menoscabo de haciendas, peligro para la vida y aumento de la común confusión.
¿Os acordáis de que Estopa casi empotra su Seat panda? Pues es lo que tiene tanto destape.
Sucede además que el grande polvo que la ciudad produce, particularmente en el estío, la quemazón del sol, el rebullir de las simientes y otras vegetales materias en la urbana atmósfera, amén de los humores a cuya expulsión la desnudez promueve, ocasionan salpullidos, llagas, postemas, abscesos y hasta lamparones, males que, según los físicos del concejo, empodrecen los suaves miembros y gentiles cuerpos de las vecinas de esta Corte.
Además como ni os echáis cremita ni nada y con la contaminación, la alergia, el sol... se os va a quedar el cutis de esparto con tanta exposición a las inclemencias varias.
Conviene, por último, añadir a lo ya dicho que las buenas costumbres piden comedimiento y mesura en cuanto al destaparse toca, pues en esos lugares de común recreación y roce que son las públicas piscinas, como natura huye lo triste y apetece lo deleitable, exagéranse los destapamientos sin haber cuenta del decoro que cada uno a sí propio debe y del respeto que la tranquilidad de los demás merece.
En la piscina se os va de las manos. No lo dice, pero seguro que habla de bañadores turbo con coquina, tangas brasileños y topless. Veo yo a Tierno Galván más de bóxer.
También a veces acaece, cuando los estivales calores son muy grandes, que alguno de nuestros visitantes, para alivio, descanso y alegre algazara y regodeo, se meten en cueros vivos en el agua que llena las tazas de las fuentes públicas monumentales. De cundir este ejemplo, faltarían tazas o sobrarían visitantes, con perjuicio notorio para el bueno y equilibrado proceso de la vida en esta Corte. Amén de que con estos medios, según a esta Alcaldía se alcanza, los ardores, lejos de bajar, aumentan, por lo que se conmina a moradores y visitantes a que no practiquen tan dañosos y censurables usos.
Lo más de lo más, es cuando los turistas se meten en las fuentes en pelota "picá" para refrescarse. Ellos bien fresquitos y el público bien de ponerse calientes.
Confía, pues, el Alcalde, que durante el presente estío, visitantes, andantes en Corte y las vecinas y vecinos de esta Villa, de cualesquiera edad y condición que sean, salvo los ancianos de cansada y molida senectud, tengan el debido cuidado en cuanto a lo que en este Bando se aconseja, sin caer en impropias rnojigaterías, exageraciones ni afectación de virtud.
Así que no hace falta que os cubráis como si fuéramos monjas y curas, pero un poquito de decoro, nunca sobra. Excepto si eres un yayo, que ya total, si quieres vigilar la obra a camisa desabrochada, bien está.
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