Te vas de vacaciones y cuando vuelves y deshaces la maleta encuentras un bote de arena, un imán, unos adornos...
En el momento en el que compraste te pareció una idea estupenda, pero tu Diógenes es fuerte y el cajón de los recuerdos está que estalla. ¿Cómo vas a tirar esos recuerdos que te hacen pensar en risas, despertadores apagados y anécdotas para una saga?
Pues sinceramente, hacer limpieza de vez en cuando es una idea estupenda. Pero si hay objetos que siempre superan la criba ¡cuélgalos!
Solo necesitas un marco con algo de base para apoyar y un poco de cola, o uno normal si son cosas sin relieve.
Aquí tenéis el mío de mi periplo por Grecia, una semana más y me dan el título de Espartana.
¡Ele! Ya tenéis excusa para seguir comprando chuminadillas varias.
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