A Dios gracias que hemos nacido en años de Whatsapp, porque con la de significados que tiene el abanico, un bar en hora punta debía ser como una sala de operaciones de la CIA.
Pero por si acaso os encontráis en una situación en la que no podéis hablar y queréis hacer uso de la herencia cultural, por si colara que os entendieran, he aquí unas nociones básicas.
- Si te abanicas lentamente sin mirar al sujeto X, le estarás diciendo que te es indiferente. Os recuerdo que no establecer contacto visual es un básico de supervivencia en cortejo cuando pasas.
- Si apoyas las varillas del abanico cerrado en los labios, es un no me fío de ti. Si entre medias queréis hablar igual podéis quitar el abanico y levantar una ceja.
- Abanicarse muy rápido con la mano izquierda, es un ¡no coquetees con esa! Yo como no sé abanicarme con la izquierda, igual directamente le tiraría el abanico a la cabeza, hay que buscarse la vida. Así que amigos, nunca volveréis a mirar igual a las abuelitas del metro.
- Si te cubres parte de la cara con el abanico entreabierto, es un ¡nos están vigilando! Hay que tener mucha práctica para hacer este gesto sin mover la cabeza un poquito hacia el lado. Podéis practicar en casa, es como lo de mover el brazo hacia la derecha y la pierna hacia la izquierda, casi imposible.
- Si os quitáis el pelo de la frente con el palo del abanico, es un ¡no me olvides nunca! Así que no salgáis con moño si vais a poneros tontas, que tendrá que haber pelo que apartar.
- Golpearse en la palma de la mano con el abanico cerrado, es un ¡quiéreme! A estas alturas la plaza del pueblo debería parecer un aeropuerto con tanta señalización.
- Salir al balcón con el abanico abierto sin moverlo, es un ¡espérame que salgo luego! Así que o hay un lenguaje secreto de las cortinas, o aquí solo se ligaba en verano.
- Golpear cualquier objeto con el abanico es un ¡estoy impaciente! A no ser que golpees una colmena, en cuyo caso es una señal clara de muerte y destrucción.
Dado que Winter is coming yo para mis cositas me voy a quedar con las miradas que hablan, las sonrisas pícaras y el tocar la espalda a la que pasas.
Y os dejo una duda en el aire: ¿Querrían decirnos algo los de Locomía?
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