Mucho se ha dicho sobre la profesión de CM, y contesto muchos mails a los que me pedís consejos sobre ello. No todos hacen lo mismo, la cosa cambia mucho dependiendo de la empresa, de si curráis en agencia, para un cliente directo, para una agencia que curra para una agencia, que curra para el cliente final, de si os han contratado como CM, pero también como Social bla, bla, bla, pero en general....
1. Bienvenido al equipo de cirugía. -¿Pero cómo?, ¡Oiga, que yo soy licenciado en, con máster en, hice un curso de....!" Da igual, tu cliente se pensará que te dedicas a salvar vidas (da igual si se dedica al mundo de las bebidas o de las alfombras), todo es una cuestión de vida o muerte, siempre trabajarás las urgencias, siempre curando infartos, pero que no se te olvide, no eres cirujano.
2. Tempus fugit. Una hora de CM son 10 de cliente. Tú tardarás 1 hora en hacer algo, que al cliente siempre le parecerán 10. Tú pedirás algo al cliente y te contestará en 10 horas, pero le parecerá que no ha llegado a 1.
3. El cliente siempre lleva la razón. El cliente paga (a tres meses o cuando le salga del...) el cliente exige. Tanto si tu cliente es de los que cree que sabe muchísimo de redes sociales o de comunicación, o no tiene ni puta idea, y por lo tanto todo le parece una barbaridad, ambos te bombardearán a correcciones, exigencias, explicaciones... Puedes ser un profesional y hacerle entrar en razón con mucha paciencia, y muchas horas de mano izquierda, o puedes simplemente hacer lo que te piden y que se caiga el solito. Tú cobra a final de mes, haz tu trabajo y que se busquen la vida.
4. Soy aceite. Eres la voz de la marca, pero no eres la marca. Y eres "la voz", no una persona con nombres y apellidos. A la queja número 20 del mismo usuario, a los insultos en los muros, si un día te levantas con el pie izquierdo. A todo ello te gustaría responder con un -Mira (mención usuario), el inútil serás tú, si no lo entiendes búscate la puta vida, porque no voy a ir a tu casa a solucionártelo-, pero por lo general es bastante mala idea. Be aceite my friend. Que todo te resbale, no te dejes quemar, contesta (o no), pero no te lo lleves al campo personal.
5. No vas a heredar la empresa. Todos sabemos que las cosas están muy mal, todos sabemos que echar un vistacillo a ver como van las cosas en el finde, o por la noche no te va a matar. Todos echamos alguna hora extra cuando es necesario. Pero ojo, transmite de alguna manera al cliente que en tu tiempo libre no solucionas cosas que no sean graves y lo haces como favor. Todos curramos X horas por X pasta. Si quieren un 24 horas, que lo paguen. La esclavitud se abolió hace mucho tiempo, y el día que quieran prescindir de tus servicios, ni pagado ni agradecido. Tienes una vida, no se la regales. Si considera que tu responsabilidad va más allá del horario de oficina, que suelten la pasta.
6. La cagarás. El otro día me sobresalté antes de dormir porque no me acordaba si había pasado unos textos con una falta de ortografía al cliente. Estuve 10 minutos agobiadísima en la cama, hasta que salí del bucle, y me pasé al punto 1. No salvo vidas, no soy cirujana. No es ni de lejos mi cagada más gorda. No tengo un amplio abanico, pero alguna vez la he cagado hasta el fondo. Por mucho que lo intentéis, algún día estaréis despistados, cansados, iréis a toda hostia, tendréis una mala racha personal, o simplemente no os daréis cuenta y ahí estará la cagada. Puede ser grande o pequeña. El cliente, o tus jefes, o compañeros, lo verán o no. Pero algún día la cagaréis. Solucionarlo si podéis y pedir perdón si debéis. La vida sigue, no seáis pasotas, vuestro trabajo lo ve mucha gente, pero hasta el mejor escribano echa un borrón.
7. No al hijoputismo. Una cosa es criticar una campaña que no te gusta, o seguir un hashtag con el que te estás descojonando. Y otra es, sabiendo como funciona esto, criticar directa e insistentemente lo mal que lo gestiona el CM, porque tienes una rencilla personal con él o con la marca que gestiona, más allá de que puedas expresar una queja como usuario. Un poco de solidaridad, y un poco de buen rollo. Hay que follar más y joder menos.
8. No spamearás. Cuando empezamos todos pedimos a los amigos y colegas de profesión que nos echen un cable para tener más fans o followers. En realidad no sirve de nada, porque un seguidor no interesado en la marca es un numerito. Al cliente le encantan los numeritos, y al ego le encantan los numeritos. Pero en serio, calidad sobre cantidad. Memorizarlo y que lo memoricen.
9. La explosión del ego. Ahora que soy CM, soy guay. Esta profesión, es una profesión como cualquier otra, si bien, al final te mueves en un ambiente en el que todos somos hiperactivos en la red, y por lo tanto, verás como suben tus followers, como te invitan a este u otro evento, como se disparan tus likes aquí o allí. Las dosis de ego, con moderación. Cuando estés con fiebre en casa no va a venir un follower a darte un sopita caliente y a arroparte con la manta. Probablemente te darán ánimos on-line, que se agradecen, pero ojo con perder el norte. Un tuit lleno de besos, is so cute, pero nada que ver con un beso de verdad.
10. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Trabajarás en muchos sitios, y en algunos se harán cosas que no te gusten. Comprar followers al peso, robar campañas, hacer una red de fakes, desprestigiar a otras agencias, utilizar contenidos sin mencionar a las fuentes... Esto es como las familias, desde fuera todas parecen normales, pero en todas cuecen habas. Sinceramente, no hay una agencia perfecta aunque digan lo contrario. Hazlo lo mejor que puedas, intenta no ser el artífice de las malas prácticas, conserva el curro que te da de comer, y el día de mañana busca tu sitio en la agencia que más se ajuste a tu idea de la comunicación y de la vida.
Welcome on board! Y que Dios te pille confesao!
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