El día empezaba lluvioso, con su consiguiente "me cago en Renfe", tan propio de esto días de climatología adversa, en los que los trenes tienen la costumbre de pararse y llegar a la hora que le sale de los mismísimos raíles.
La mañana continuaba graciosa, me subo al metro y a mi espalda un tío sentado me llama Pija y ni corto ni perezoso empieza a retailar: -Mírala, que tacones, si seguro que es enana, seguro que sin tacones mide un metro y medio (se pone de pie a mi espalda), efectivamente, un metro y medio.
Y mi mala leche y yo nos hemos contenido (momentáneamente), pensando que el susodicho era uno de esos yonkies con los que yo no me encaro. Claro, que al girarme para salir y comprobar que no era un yonki, sino un borrachuzo me he acercado, le he mirado, he puesto mi cara de no te hostio porque me da asco tocarte y le he dicho alto y claro, vocalizando como buena comunicadora:
Asco, me das asco. Me-das-as-co
Corto, claro y conciso. Todo hubiera sido que con las cabezas que me sacaba, me hubiera respondido y me hubiera tocado liarme a paraguazos, o aprovechando sus ebrios reflejos, me hubiera tenido que parar a quitarme las botas para correr o darle un taconazo en la cabeza (lo dejo al gusto del lector)
Y tras una jornada de curro, me dispongo a acudir a la unión de hecho de la mia mamma!
No puedo ser testigo (esto ya lo sabía), porque mi DNI está caducado y porque después de haberle estrangulado los cataplines a San Cucufato, resulta que el pobre me encuentra el pasaporte y tampoco está en regla.
Pero no se va indocumentada a una unión de hecho, aunque los documento estén caducados, porque no te dejan pasar el arco de seguridad. A no ser que seas yo.
Ahí que me he plantado, sin dni, sin pasaporte, sin carnet de conducir....así que me quedo sin pasar A LA BODA DE MI MADRE.
Van pasado y de repente mi abuela empieza a pitar en los detectores... "Pues como no sean los pendientes" a lo que el guardia civil pregunta si no llevara una pistola, momento en el que mi abuela recuerda que lleva algo en la cadera. Abuela biónica, pero nada de armas.
Desde la lejanía veo como se alejan (snif, snif), el guardia me mira y me preguntan si son mis padres, y sonrío de oreja y digo que es mi madre, entre alegría y pucherito (probabilidad de acierto 80%) y tachán... ¡Rosquilla para dentro! Gracias a los humanos que se apiadan de las personas desastrosas.
Pero esto debe ser de familia, a los testigos se les ha olvidado llevar las fotocopias de sus DNI... ya, ya, si, si que no os habían avisado..ijijji
Una vez dentro empieza el acto y basta que la mujer diga que podemos hacer fotos, para que nos entre el espíritu Paparazzi y fotografiemos todo, todito, todo, incluido el beso que hemos pedido con insistencia, mucha insistencia, hasta que en un momento estelar mi madre saca de bolso un ramo de flores de madera (sí señora).
Yo aprovechando que había poco público le he dicho que lo tire y me he lanzado al vuelo! No sea que las tradiciones tengan alguna base empírica...
Y después de unas mil fotos más y un banquete privado, ¡viaje de novios!...en el metro.
:D
Una jornada para recordar :-)
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